El objetivo de las instalaciones de tratamiento de aguas, consiste en clarificar el agua con el objeto de obtener una reutilización prolongada. Los productos empleados para el tratamiento no provocan salificación de las aguas tratadas, permitiendo ejecutar un elevado número de tratamientos antes de que las aguas se saturen para proceder a su gestión.

La centrifugadora es un sistema de filtración de las aguas residuales procedentes de los procesos de vibración que aprovecha la fuerza centrífuga para separar las aguas de los lodos. El sistema puede ser provisto como unidad individual para poder ser integrado en instalaciones exigentes, o como unidad completa con cubas para el tratamiento.